En Frankfurt, la sede del poder financiero europeo, se han encendido las alarmas tras ver cómo Rusia estaba «desconectada» de los sistemas de pago occidentales de un día para otro. La Unión Europea se dio cuenta de que si Visa o Mastercard deciden apagar sus servidores, 13 de los 20 países de la eurozona se quedarían sin forma de pagar, volviendo instantáneamente al efectivo.
Es como darse cuenta de que todo tu inventario de juegos depende de un servidor que tú no controlas. Por eso, el plan es crear el Euro Digital : una tecnología 100% europea que no tenga vulnerabilidades ante decisiones tomadas fuera de sus fronteras.
Lo más atractivo para los usuarios y comercios es que este nuevo sistema viene a romper las reglas del mercado. Mientras que gigantes como Apple Pay o Google Pay cobran comisiones de hasta el 3% por cada transacción, el Euro Digital no tendrá costo alguno. Esto es un «buff» masivo para las tiendas, asegurando que el sistema se adopte a una velocidad récord, desplazando a los proveedores estadounidenses por pura lógica de ahorro.
En resumen, Europa está construyendo su propia «red privada» de pagos. Podrás vincularlo a tu cuenta bancaria o usar aplicaciones móviles dedicadas, lo cual es un movimiento audaz para garantizar que, pase lo que pase en la geopolítica mundial, el botón de «pagar» en Europa nunca deje de funcionar.

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