Riot Games ha dejado caer una bomba: el juego que conocemos cambiará drásticamente en los próximos meses. Tras años de mantener una estructura similar, los desarrolladores han admitido que necesitan refrescar la experiencia para que el juego siga sintiéndose vivo y emocionante tanto para los veteranos como para los que acaban de instalarlo.
Esta transformación no se trata solo de un nuevo personaje o un mapa bonito. Riot busca atacar los cimientos del juego: desde la forma en que se estructuran las temporadas competitivas hasta mecánicas de jugabilidad que dábamos por sentados. El objetivo es eliminar esa sensación de «estancamiento» que algunos jugadores sienten tras una década de partidas, asegurando que cada vez que entres a la Grieta del Invocador, sientas que hay algo nuevo y relevante por descubrir.
Para un jugador novato, esto es una noticia excelente. A menudo, entrar a un juego con 15 años de historia puede ser intimidante por la cantidad de «maestría» que otros ya tienen. Con estos cambios, Riot nivela un poco el campo de juego, permitiendo que todos aprendan nuevas formas de ganar al mismo tiempo. La idea es que LoL deja de ser solo un hábito y vuelve a ser esa aventura épica que te sorprende en cada parche.
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