Instagram, Google y Amazon Web Services (AWS) se cayeron de nuevo… Si de repente, tus redes sociales no cargan, las búsquedas fallan e incluso los videojuegos en línea dejan de funcionar, es debido a una falla en la «columna vertebral» invisible de internet, la nube de AWS. Que proporciona la infraestructura crítica a miles de empresas. Cuando ese pilar falla, se genera un efecto dominó que demuestra lo mucho que el mundo digital depende de unos pocos proveedores.
Lo preocupante es que hace no menos de un mes esta última caída masiva, registrada el 20 de octubre de 2025 , paralizó las operaciones de innumerables sitios web y aplicaciones que, aunque no son propiedad de Amazon, dependen de sus centros de datos para funcionar (desde servicios bancarios hasta plataformas de streaming ). La causa, a menudo, es un error humano en una actualización o una falla de software que desencadena una reacción en cadena. Esto subraya un debate central en tecnología: ¿es seguro para el mundo depender tanto de un puñado de compañías gigantescas para casi toda su comunicación y comercio digital?
La conclusión es clara: Internet no es infalible. Estos «apagones» globales, que parecen volverse más comunes, son un recordatorio de que la tecnología más sofisticada sigue siendo susceptible a errores simples. La lección para el usuario es tener paciencia, ya que los ingenieros de sistemas suelen trabajar a toda máquina para redirigir el tráfico y levantar la infraestructura. Lo positivo es que cada caída impulsa a las empresas a crear mejores sistemas de respaldo (o backups ), haciendo que, con el tiempo, estas interrupciones sean menos frecuentes y más cortas
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