Los videojuegos comunican a la sociedad valores, tanto positivos como negativos. Justo como las películas de Disney marcaron a una generación, ahora su papel influenciador en una generación ha sido reemplazado por los videojuegos. Cuando un videojuego es exitoso es porque les hace “sentir” a sus jugadores lo que necesitan, y por ello son muy efectivas al momento de generar conexiones significativas y construir experiencias compartidas entre los individuos que participamos en su creación y consumo.
Algunos de los valores que estamos transmitiendo a las nuevas generaciones a través de los videojuegos son:
- Trabajo en equipo y colaboración: Los juegos multijugador en línea requieren una comunicación constante y coordinación fomentando el compañerismo y la habilidad de colaborar con otros (Marvel Rivals, League of Legends, etc)
- Resiliencia y perseverancia: El proceso de prueba y error inherente a muchos juegos enseña a los jugadores a no rendirse ante los fracasos ya intentarlo de nuevo hasta lograr el éxito (Silksong, Resident Evil, etc.)
- Creatividad e imaginación: Los juegos de mundo abierto, construcción o rol estimulan la creatividad al permitir a los jugadores explorar, construir y crear sus propias historias (Minecraft, Roblox, etc.)
Pero como en todo existe, la otra cara de la moneda, donde estamos perpetuando: Adicción y aislamiento; Escape de la realidad; Comportamientos consumistas (pay-to-win) y sexualización excesiva, solo por mencionar algunos nuevos temas que podrían rebasarnos como sociedad si no reflexionamos y actuamos efectivamente para moderar y generar las discusiones que nos maximicen los beneficios y mitiguen los riesgos que conlleva el ser gamer.
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