Los Mods (abreviatura de modificaciones) son complementos o revisiones creadas por la comunidad de jugadores que alteran, añaden o mejoran el contenido de un videojuego.
Actualmente, el modding (jugar usando Mods) está impulsado por dos grandes tendencias. La primera es la mejora visual y la inmersión realista. Mods como NaturalVision Evolved para GTA V demuestran cómo la comunidad puede llevar los gráficos de un juego a un nivel increíble, con mejor iluminación y texturas. La segunda tendencia, especialmente relevante en juegos de rol (RPG) como Baldur’s Gate 3 o Minecraft, es la expansión de contenido y la mejora de sistemas. Los modders (jugadores creadores de los Mods) están creando nuevas clases, hechizos, ítems y desafíos, y a veces, incluso se enfocan en optimizar el rendimiento de juegos antiguos que funcionan mal o en permitir jugar títulos de Realidad Virtual (VR) con teclado y ratón.
Pero nada es tan bueno como parece, ya que la legalidad de los mods es una «zona gris»; pues los no oficiales conllevan el riesgo de instalar malware o destruir datos, por lo que debes siempre descargarlos de sitios de la comunidad de confianza (como Steam Workshop o Nexus Mods) y nunca de páginas sospechosas.
La regla de oro es: el uso de mods está permitido si el desarrollador del juego lo autoriza (como en Minecraft o juegos con Steam Workshop). Sin embargo, los mods que dan ventajas injustas en juegos en línea (trampas o cheats) están estrictamente prohibidos y resultará en un baneo permanente de tu cuenta. Recuerda que instalar mods es bajo tu propio riesgo ¡pero el beneficio de la diversión extendida suele valer la pena!
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